Argentina vuelve a una semifinal mundialista (1-0)

ARGENTINA 1-BÉLGICA 0 (CUARTOS DE FINAL)

Casi un cuarto de siglo más tarde, Argentina disputará de nuevo las semifinales de la Copa del Mundo. Con su victoria por la mínima ante Bélgica la albiceleste se ha clasificado para la penúltima ronda por vez primera desde el Mundial de Italia 90, en el que fue subcampeona por detrás de la República Federal de Alemania.

El gol del “Pipita” Higuaín al principio del partido no pudo ser remontado por una Bélgica inocentona hasta el tramo final del encuentro; y por ello Argentina, que ha jugado con bastante más oficio que brillantez, luchará el miércoles contra el vencedor del Holanda-Costa Rica por estar en la final.

Los de Sabella salieron dispuestos a marcar territorio. La presión y la constante presencia encima de los jugadores belgas dio sus frutos muy prontito, a los ocho minutos. Messi, que se presentó en el choque más como distribuidor que como culminante de las jugadas, arrancó en el medio campo y dio un pase a la derecha hacia Di María. Éste la puso al área y el leve rechazo de la defensa belga fue empalmado a bote pronto por Higuaín que, con su primer gol con la camiseta nacional en casi un año, batió a Courtois y, a la larga, le dio el pase a los bicampeones mundiales.

ARGENTINA SALE FUERTE

El control del juego era plenamente argentino; aunque la lesión de Di María a la media hora le hizo perder buena parte de profundidad. El “Fideo” sintió molestias musculares poco después de golpear un balón, y tuvo que marcharse del partido, siendo una baja más que sensible para los sudamericanos que, no obstante, apenas si pasaron apuros hasta minutos después de comenzar el segundo tiempo.

Es más, tras la reanudación Argentina pudo y debió ampliar la cuenta a los diez minutos, pero la espectacular jugada de Higuaín -el mejor del partido, sin duda-, acabó en el larguero cuando el delantero del Nápoles había hecho lo más difícil.

Bélgica debía reaccionar, y así Wilmots decidió introducir a dos atacantes de refresco como Lukaku y Mertens. Con ellos, los “Diablos Rojos” fueron poco a poco metiendo en su área a una Argentina que buscaba las contras; aunque bien es cierto que Romero nunca se llegó a ver seriamente apurado, hasta los instantes finales.

BÉLGICA SE QUEDA EN EL CAMINO

La discutible salida del campo de Hazard, paradójicamente, le terminó de dar a Bélgica el empuje que le faltaba. El toma y daca en el que se convirtió el partido nos dejó tres peligrosas llegadas, dos por parte belga y una para Argentina. Primero De Bruyne, a seis minutos del final, asustó a Romero con un disparo que se marchó a córner tras tocar en un defensa.

Después, en el descuento, Messi pudo y debió sentenciar al tener un mano a mano ante Courtois; pero el mejor portero de la última liga española desbarató, con su acertada salida, las intenciones del mejor jugador del mundo. El error de éste pudo costarle caro a su selección, porque tan sólo unos segundos más tarde Lukaku dio un peligroso pase de la muerte que fue en primera instancia desviado a duras penas por la defensa argentina; y luego, rematado fuera por Witsel.

Fue la última ocasión de Bélgica para forzar la prórroga. Argentina celebró el pitido final del árbitro como si ya hubiesen ganado la copa. Aún les queda la fase decisiva, pero superar los cuartos de final por primera vez en veinticuatro años es motivo más que suficiente como para que Sabella, Messi y toda la nación sean felices esta noche. Ahora, han de rematar la faena; y para ello, en primer lugar, tendrán que superar el miércoles a Holanda o a Costa Rica.


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