Casillas revierte el debate

De los buenos futbolistas no se puede dudar. Mucho se ha dicho o escrito acerca de Iker Casillas en los últimos años, casi siempre poniendo el foco en la polémica. Cada actuación del capitán del Real Madrid y de la Selección se mira hoy con lupa, subrayando con boli grueso sus peores momentos y pasando de puntillas sobre actuaciones como la de anoche en Vallecas. Una de esas faenas que ponen de manifiesto el nivel del mejor portero de la historia del fútbol español.

“Casillas ha tapado hoy muchas bocas”. Así definió Paco Jémez, entrenador del Rayo, la actuación de Iker en Vallecas. No era necesaria tanta contundencia. El portero de la Selección española sigue comprometido con su club, con su equipo nacional y con su profesión. El buen trabajo realizado en la barriada madrileña solo debe interpretarse como una tarde más y como que su estado de forma sigue vigente. A buen seguro que Del Bosque no ha tenido las dudas que han salpicado a otros.

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Su nuevo rol en su club le ha hecho más fuerte. Más maduro para afrontar la dulce transición que debería tener su punto y final después de la Eurocopa de Francia el próximo verano. Casillas ha sido el campeón en la de Ucrania y Polonia y cuenta con el derecho moral de defenderla siempre que se encuentre en las mejores condiciones.

Con actuaciones como la de ayer se dignifica la profesión de porteros cuando se pasa de la treintena. La profesionalidad no entiende ni mira el DNI. Solo con que las fuerzas aguanten es suficiente para seguir diciendo a todos que no va a ser nada fácil quitar de en medio a un viejo rockero. Y eso vale para cualquier puesto de la selección.

Foto © Carmelo Rubio


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