Es el peaje de cada gran campeonato. La competitividad de los equipos españoles tanto en la Liga como en la Champions League implica un riesgo. Mientras otros seleccionadores respiran desde hace tiempo, el preparador físico de España, Javier Miñano, idea la pócima mágica para recuperar los fatigados músculos de los jugadores además de un plan que mitigue la euforia del ganador y la tristeza del derrotado.
Además, España es la campeona de Europa y del Mundo, el rival a derrotar por las 31 aspirantes restantes a levantar la Copa del Mundo. Un peso más en la mochila. Una responsabilidad mayor. Pero lo que importa es recuperar a los internacionales. La campaña ha sido dura y buena prueba de ello es la cantidad de lesiones que se están sucediendo. Hemos visto como Thiago recaía, cómo Busquets era sustituido por problemas físicos, como Diego Costa se retiraba roto, a Jordi Alba apurando el tiempo de recuperación, a Xavi en el banquillo el día que el Barça se jugaba la Liga… Y todo esto a la espera de la gran batalla de Lisboa, en la que hay varias piezas importantes para Del Bosque como son Casillas, Ramos, Carvajal, Juanfran, Koke o David Villa.
A estas alturas del año no se puede pensar en ningún tipo de entrenamiento, simplemente en un plan de recuperación porque el Mundial que se avecina será duro por la competición en sí, por el clima variable así como por los enrevesados desplazamientos. A Del Bosque le toca lidiar esta situación y a Javier Miñano encontrar la pócima mágica. Experiencia no le falta, tampoco horas de dedicación. Hombre estudioso, metódico y cartesiano guarda en su iPad un plan estratégico con gráficos y recomendaciones, alimenticias y físicas. Su buen ojo será fundamental para que la campeona del Mundo dé la cara sin perder su identidad.