Jordi Alba está en forma. Y el Barcelona lo nota. El internacional español ha vuelto a sentir las mejores sensaciones y lo demuestra con esas acciones de ida y vuelta incansables y endiabladas. Ha rescatado esa punta de velocidad que le convierte en un puñal por el costado izquierdo.
Tanto en el Valencia, como en el Barcelona o en la Selección, los responsables de la parcela física han podido comprobar que es un privilegiado de la velocidad. Cada uno con su método de medición coinciden en señalar que si Alba se hubiese dedicado al hectómetro liso se movería en registros tan importantes como para ser un atleta importante en esa distancia.
De hecho, un grupo de expertos se sirvió de la carrera de su gol en la final de la Eurocopa de 2012 ante Italia para medir su potencial en los 100 metros. Entonces, en esa jugada, Jordi Alba recorrió 45 metros en 6 segundos para finalizar el magistral pase de Xavi y fue el punto de partida del estudio. Las conclusiones del mismo fueron que habría detenido el cronómetro en un fantástico registro de 11,57. Un tiempazo en el que habría empleado 40 zancadas de 2,295 metros cada una, con un pico de velocidad de 36,80 y de 31,11 en su cota más baja.
España necesita de su velocidad y de sus prestaciones para hacer el mismo daño que hace con su equipo cada vez un pisa el campo contrario, como lo demostró en el último partido ante el Levante.
Foto © Carmelo Rubio