El Barça se enfría en Enero

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El FC Barcelona ha encadenado dos partidos sin conocer la victoria por primera vez en todo el curso. El año 2013 comenzó de manera inmejorable llevándose el derby barcelonés por un contundente 4-0 al que siguió una victoria en Málaga (1-3) donde los blaugrana mostraron la que posiblemente sea su mejor versión en lo que va de temporada.

Sin embargo, apenas unos días después, en el partido de ida de los cuartos de final de la Copa, el propio Málaga le amargó la noche logrando un empate a última hora en el Camp Nou (2-2). Los andaluces se adelantaron gracias a un gol de Iturra que aprovechó un doble error de Pinto y Thiago para robar un balón al borde del área que él mismo se encargó de mandar a la red. La reacción local no tardó en llegar, merced a una gran jugada de Messi, robo de cartera a Welington incluido, y un gol de cabeza de Puyol tras un increíble escorzo de cuello, todo ello en apenas un minuto.

Sin embargo, el Barça no fue capaz de matar cuando tuvo la ocasión, especialmente en los pies de Alexis Sánchez. El chileno sigue negado de cara el gol, poniendo a prueba la paciencia del Camp Nou, que lo despidió con más pitos que aplausos cuando fue sustituido. El equipo de Manuel Pellegrini no le perdió la cara al partido y, en las postrimerías del encuentro, a un sólo minuto del final, Camacho aprovechó un error múltiple en las marcas para rematar a gol tras un saque de falta.

El empate a dos final pone la eliminatoria en manos malagueñas, que comenzará el partido de vuelta en La Rosaleda con un resultado que le clasificaría para semfinales. El Barça está obligado a ganar allí o, cuando menos, lograr un empate a tres goles o más, si no quiere caer eliminado a las primeras de cambio (las eliminatorias con Alavés y Córdoba eran de obligado cumplimiento).

De vuelta a la competición liguera, el equipo de Tito Vilanova cosechó la primera derrota del curso al caer ante la Real Sociedad por 3-2, encadenando así dos malos resultados en una semana muy movidita en lo mediático: primero, con la noticia del fichaje de Pep Guardiola por el Bayern Munich y después con el anuncio de la no renovación de Víctor Valdés cuando acabe su contrato en Junio de 2014.

El partido comenzó viento en popa para los blaugrana. Messi (minuto 6) y Pedro (en el 25) pusieron un 0-2 en el marcador que a la mayoría de equipos les habría caído como una losa, sintiéndose obligados a centrarse en minimizar daños y evitar una goleada mayor. Pero no a la Real de Philippe Montanier, que se levantó rápidamente de los dos golpes y se negó a bajar los brazos. Así, al filo del descanso logró reducir distancias con un gol del Chory Castro, una capacidad de reacción que ya había mostrado una jornada antes, cuando le empató al Depor en los últimos instantes del primer tiempo.

El Barça se complicó la vida al poco de arrancar la segunda mitad con una expulsión de Piqué que pudo ser rigurosa pero, desde luego, dentro de los límites establecidos este año por los comités arbitrales. De hecho, siguiendo en esta línea, también pudo perder a Iniesta por una segunda amarilla que el árbitro prefirió obviar. Con diez jugadores sobre el campo, el Barça se perdió. El 4-3-2 que montó Vilanova introduciendo en el campo a Mascherano por Fàbregas no funcionó. El centrocampo txuri-urdin anuló a Xavi y los blaugrana jugaron la última media hora sin brújula.

El Barça no finiquitó el partido cuando tuvo ocasión (dos tiros al palo) y se encontró con una Real que se creyó de verdad que podía remontar. El Chory empató la contiendo en el minuto 63 y en el descuento puso el 3-2 final con un gran gol de Agirretxe, que aprovechó un error en la marca de Mascherano (que ya había “colaborado” en el segundo desviando el tiro del Chory).

La derrota en Anoeta fue totalmente merecida. Repitió los mismos errores que ante el Málaga: no saber cerrar el partido y perder mucha tensión durante el segundo tiempo. Quizá a Piqué no le falten razones en su queja twittera pero lo que no tiene ningún sentido es otra nueva llorada de Xavi por el estado del campo. Como casi siempre que pierden lejos del Camp Nou, el segundo capitán del Barça tuvo algo que decir sobre el césped. Esta vez resulta que estaba “muy blando”. ¿Qué quiere Xavi? ¿que todos los campos reproduzcan el tapete a su gusto para que se encuentren como en casa? Excusas de mal perdedor, más lamentables aún en todo un campeón como Xavi Hernández.

El Barça necesita reaccionar pronto. El jueves visita otra vez La Rosaleda con la obligación de ganar (o empatar con más de dos goles) para darle la vuelta a la eliminatoria. Llegará a Málaga sin Tito Vilanova, que se ausentará unos días para viajar a New York para tratarse de su enfermedad. Con la liga prácticamente ganada (por muchos sueños húmedos que tengan algunos tras coincidir su primera derrota de la campaña con una exhibición del Madrid en Valencia), una eliminación en Copa no caería nada bien en Can Barça.

Gracias: NdF