“Es la hora de España”

Dos días antes del partido de cuartos ante Paraguay le tocó el turno a Carles Puyol. El bravo central catalán trasmitió a través de AS un mensaje optimista a la afición, pero rebajando la euforia. “Sería un gran error pensar que será algo fácil el partido ante Paraguay. Va a ser un partido similar del de Suiza”, comentó el defensa del Barça para evidenciar la dificultad del rival.

Puyol no rehuyó ninguno de los debates abiertos en torno a la Selección y aseguró que los entendía: “Forma parte del fútbol. Aquí hay cien enviados especiales que siguen y están con la Selección y cada uno tiene una opinión. Hay que respetarlo porque esto también forma parte del fútbol”. Y en el debate del doble pivote defendió a Busquets: “No entiendo que se dude de él. Es uno de los jugadores más importantes de la Selección. No es normal que a su edad juegue tan bien”.

Puyi hizo hincapié en rebajar la euforia: “Estamos más cerca del objetivo, pero queda lo más difícil. Sería un grave error pensar que será algo fácil”. Aunque reconoció que había llegado su momento: “Esta es una generación joven y tiene recorrido. Pero nunca se sabe porque depende del estado de forma de los jugadores. En la fase final si tienes un mal día, como sucedió en Alemania 2006 ante Francia, te vas porque te enfrentas a grandes selecciones. Hay que aprovechar esta oportunidad porque no sabemos si volverá. Es la hora de España. Queremos dar una alegría a toda la afición de La Roja, una alegría mayor que la de la Eurocopa”.

Mientras tanto, los paraguayos estaban de uñas con la designación del árbitro guatemalteco Carlos Batres para su partido con España. Había indignación entre exfutbolistas y periodistas paraguayos acreditados en el Mundial. Batres nunca había dirigido a La Roja, pero en Paraguay no olvidaban su eliminación en octavos de final del Mundial 2002 frente a Alemania. Perdieron por 1-0 y reclamaron dos penaltis que no les concedió. En la recta final expulsó a Roberto Acuña.

El exportero José Luis Chilavert, que jugó aquel partido, no tiene dudas: “Paraguay va a jugar contra España y contra el árbitro”. Chilavert recordaba aquel partido con los alemanes y como Batres “pitó muchas faltas cerca de nuestra área y las de Alemania en el centro del campo y se comió dos penaltis. Su conciencia, como la mía, no habrá olvidado aquello, es una vergüenza que la FIFA nos lo vuelva a regalar”. Para los paraguayos era como si a España le hubieran designado a Al-Ghandour.

En Paraguay la propaganda también se inició y el periódico Crónica llamaba racistas a los españoles en portada por unos comentarios en una web. Y en el cuartel general de Paraguay impidieron la entrada y no dieron entrevistas a los enviados especiales españoles. Las espadas estaban en todo lo alto. Pero, como dijo Puyol en aquella entrevista era “la hora de España”.