A Diego Costa le iba la vida deportiva muy bien cuando defendía los colores del Atlético de Madrid. Metía goles a granel y era el deseo de media Europa. También de la Selección española. Un buen día sonó su teléfono para que aceptase competir con España con vistas al Mundial de Brasil ya que en su país se origen no le consideraban.
Semanas más tarde fue el Chelsea de Mourinho quien le puso una oferta irrechazable.
Aceptó el doble reto y la realidad es que las cosas no marchan del todo bien. Con la Selección va camino de cumplir la decena de partidos y solo ha marcado un gol. Un registro muy pobre para un futbolista de su nivel. No ha contribuido como se esperaba en la fase de clasificación para la Eurocopa y las primeras voces discrepantes se han hecho notar para que sea uno de los descartados para Francia en detrimento de delanteros como Morata o Paco Alcácer. Ahora veremos si Del Bosque se lleva a tres ’9′ para la defensa del título o apuesta por otro perfil de futbolista.
El seleccionador ya ha comentado que cuenta con él para los próximos compromisos, la que podría ser su prueba de fuego definitiva. También dependerá mucho de lo que suceda con su equipo. En el Chelsea ha sido señalado por llegar este año con un poco de peso más de la cuenta, detalle que le está martirizando ya que ha aparecido en la prensa. Se sabe que está cabreado por todo lo que le ha sucedido en los últimos meses y que está peleando contra sí mismo. Si sigue metiendo goles estará en Francia pero como baje el nivel puede pasar de todo porque los que vienen por detrás lo están haciendo con mucha fuerza en las últimas fechas. Y no podemos olvidar que Diego Costa está señalado.
Foto © Carmelo Rubio
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