Luis Enrique se arriesga a sanción por dedicarle una peineta a un aficionado tras la derrota ante Suecia

Luis Enrique estaba notablemente enfadado tras el partido entre España y Suecia. La derrota le sentó mal, como no podía ser de otra manera, pero mucho peor fue la falta de juego e ideas. Malas transiciones, débiles atrás y con la pólvora mojada (algo que no es nuevo)… Ya durante el partido se le vio dar órdenes de manera muy insistente.

En este contexto, le tocó pasar por las ‘flash interview’, las entrevistas a pie de campo con los medios. Justo antes de pasar por la televisión sueca, según informó la periodista encargada de hacerla, mostró su desesperación en la réplica a un aficionado que le criticó. El hincha español le dijo claramente “¡Luis Enrique, vete a tu casa! ¡Pa’ casa!”. La respuesta del seleccionador: levantarle el dedo corazón, lo que se conoce popularmente como una peineta.

El incidente no fue captado por las cámaras, pero sí contado por Frida Nordstrand, la reportera de TV4 que le hizo la entrevista. Consciente de lo que había pasado, Pablo García Cuervo, responsable de comunicación de la RFEF, habló unos instantes con Luis Enrique antes y después de pasar por los micrófonos de TVE, donde volvió a escuchar las palabras del aficionado. La mirada que le dedicó, esta vez sin gesto, lo dice todo.

El seleccionador, aún enfadado por lo visto en el partido, pidió explicaciones sobre por qué había que hacer las entrevistas ahí delante de la grada y no dentro, donde los espectadores no están tan cerca.

De carácter caliente, Luis Enrique ya ha mostrado su lado más agrio en numerosas ocasiones contra la prensa, pero normalmente suele ser más pacífico con los aficionados, incluso con los más críticos. Por eso este sorprendente gesto da buena muestra del grado de enfado con el que acabó el encuentro en Suecia.

Ahora la FIFA y la UEFA tendrán que investigar este incidente, y en caso de encontrar pruebas podrían incluso sancionar de oficio al seleccionador español.

Los partidos contra Georgia y Kosovo se presentan bastante más cómodos y fácilmente superables, sobre el papel, pero lo cierto es que la derrota ante los nórdicos ya es historia de la selección desde el punto de vista negativo: no se perdía un encuentro clasificatorio para un Mundial desde 1993.