Real Madrid desencadenado

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Fuera las cadenas, el Real Madrid se pareció a sí mismo. Como guiado por un libreto de Tarantino, el equipo blanco caminó por el sendero de los excesos, hizo un par de guiños a versiones anteriores e hizo sangre en el campo de Mestalla. Bien es cierto que, además de hacer las cosas bien, el rival no fue Bill precisamente, y es que el Valencia concedió demasiadas facilidades. Todo ello formó un cóctel que daría lugar a un primer tiempo en el que nació y murió el partido con ese 0-5 final con el que el equipo blanco recorta tres puntos a un hoy prácticamente inalcanzable Barcelona, pero que da un soplo de moral a un equipo que recordó que tiene muchas cosas que decir esta temporada.

Se habló lo suyo durante la semana sobre los posibles descansos de piezas principales del engranaje como las de Xabi Alonso, Casillas y Cristiano: finalmente los tres titulares en un once con hasta cinco cambios respecto al que enfrentó hace sólo unos días ante el mismo rival en Copa. Por su parte, Valverde contaba con bajas como las de Parejo, Feghouli, en la Copa de África, o Joao Pereira (sancionado) en el lateral diestro. Su solución, la de desplazar a Ricardo Costa al flanco derecho de la zaga, resultó un error al que Cristiano Ronaldo supo sacar réditos. Y es que el luso fue, junto a Özil y un magnífico Di María, los tres estiletes sobre los que el Madrid cimentó la victoria a orillas del Mediterráneo: el alemán lanzaba y los extremos, con un doblete cada uno, ajusticiaron al equipo ché previo paso por sus laterales, Costa en diestra y Guardado en siniestra, que se vieron totalmente desbordados.

No ayudó tampoco la labor del centro del campo: la tripleta albiceleste formada por Gago, Tino Costa y Banega no fue capaz de adueñarse de la zona ni de frenar el engranaje madridista. Especialmente malo fue el día del primero, que volvía desde primeros de diciembre tras lesiones y el intento de fuga a Boca: Xabi, Özil y Khedira camparon a sus anchas por la zona central. Destacable también me parece el papel de este último: no es el más estético ni el que más claridad tiene con el balón en las botas, pero este año, con permiso para dar un paso más hacia el área, se está mostrando como un jugador más completo y que aporta más al equipo.

Pronto avisó el Madrid con una clara ocasión fallada por Higuaín tras una magnífica acción de Khedira y un buen pase de Arbeloa, que de vez en cuando sí da sus cosas en ataque, pero el nueve argentino se disfrazó del Jonas de la ida copera en un fallo similar al del brasileño en el Bernabéu. No tardó en redimirse, pues instantes después abriría el marcador tras asistencia de Di María. Las dos jugadas a la contra, arma que resultó letal en los pies madridistas durante la noche de ayer. Los siguientes minutos fueron de dominio visitante ante un rival que concedía demasiados espacios por explotar y una defensa adelantada perfecta para el contragolpe de los de Mourinho. Con Soldado fuera de batalla y Piatti y Jonas ineficaces, el Valencia apenas creaba peligro mientras el Madrid tuvo claras ocasiones en las botas de Khedira por dos veces y en la cabeza de Varane.

Sin embargo, cuando ya sonaba aquello de quien perdona lo puede pagar, el Madrid marcó en un minuto dos goles que sentenciaron el partido: el primero tras jugada de Cristiano, que mareó a Costa y asistió a Di María. El segundo del propio jugador portugués. En ambos tengo mis dudas sobre el buen hacer de Diego Alves, especialmente en el segundo (tercero del partido). El Madrid siguió haciendo del contragolpe su causa y así llegaron poco después el cuarto y el quinto, ambos también de Cristiano y Di María. Especialmente brillante el cuarto del portugués tras una gran jugada colectiva.

La grada de Mestalla comenzó a vaciarse tras lo visto sin gana alguna de presenciar la segunda parte. Tampoco volvió Gago, sustituido por Barragán en un ajuste de piezas de Valverde que concluyó con Víctor Ruiz en el centro del campo. El Valencia mejoró su imagen con algunas oportunidades, pero no el resultado. Por su parte, Mourinho aprovecharía para dar descanso durante el transcurso del segundo acto a fijos como Xabi o Khedira, y es que el partido era ya historia. En unos días volverán a enfrentarse en Copa en una cita difícil para los valencianistas, por el resultado y por la moral tras este partido, aunque tienen la buena imagen dejada en el Bernabéu para acogerse. Será el tercer volumen de una trilogía que de momento tiene claro color madridista.

Foto | Real Madrid
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Gracias: NdF