Andrés Iniesta, don Andrés para los seguidores de la selección española desde que lograse el gol histórico en el Soccer City, está pasando por un momento extraño. No ha perdido la confianza de sus entrenadores pero los números muestran la falta de efectividad en su juego. Estadísticas que no son preocupantes porque el centrocampista sigue siendo una referencia para los técnicos y para los compañeros, tanto en el Barcelona como en la Selección.
Nunca ha sido un goleador, aunque se ha distinguido por hacer tantos importantísimos. De momento en la Liga no se ha estrenado mientras que en las dos últimas temporadas hizo tres en cada una. Sus virtudes están focalizadas en su buen hacer como correa de distribución en el juego entre los medios y los delanteros y sus asistencias de gol.
Siempre tomando como referencia las estadísticas de las dos últimas temporadas en la Liga y comparándola con la actual, Iniesta no ha dado un pase de gol. Raro. Porque está jugando bien, pero de manera silenciosa. La temporada pasada dio siete y la anterior, nada menos que trece. Lo bueno es que sigue batallando y es la referencia en el medio del campo azulgrana. Su aportación fue determinante para que el Barcelona acabase con la resistencia del Villarreal.
La realidad es que Iniesta siempre fue una persona tímida en la vida y en el juego. Pero constante. España juega a finales de marzo un partido importante contra Ucrania y don Andrés liderar a la Selección camino de la clasificación para la Eurocopa 2016, en la que defiende el título.