Dalic ha cambiado el papel de seguidor por el de héroe

Hace 20 años Zlatko Dalic (Livno, 1966), actual seleccionador de Croacia, era un modesto futbolista (jugaba en el Varteks, de la primera división croata) que dedicó su verano a recorrer Francia con la camiseta de su país puesta. Quería animar a su selección en el Mundial, el primero que disputaba. Vio los tres primeros partidos y tuvo que regresar al terminar la primera fase porque comenzaba la pretemporada con su club.

Su carrera como centrocampista terminó en el 2000 y se interesó por los banquillos. Hace un año era un técnico semidesconocido que había sido ayudante en la Sub-21 croata y su experiencia se reducía al Dinamo de Triana albanés y a una exitosa carrera en Arabia Saudí (Al-Faisaly y Al-Hilal) y los Emiratos Árabes Unidos (Al-Ain). El 7 de octubre, cuando Suker despidió a Cacic tras empatar contra Finlandia y llamó a Dalic, el técnico no lo podía creer. “Me reuní por primer vez con los jugadores directamente en el aeropuerto para viajar a Ucrania, 48 horas antes de jugarnos el pase al Mundial”, cuenta.

A pesar de la dramática situación, no puso excusas. “Cualquier entrenador sueña con dirigir a su país, no se pone ninguna condición”. Su compromiso fue tal que después de ese partido trabajó durante seis semanas sin contrato. “No necesitaba un salario, no estaba allí para eso. Si conseguíamos el pase al Mundial, ya hablaríamos”, explica el seleccionador. Los croatas consiguieron clasificarse tras superar a Grecia en la repesca y entonces sí, Dalic aceptó sentarse con Suker para firmar su contrato.

Jugadores. Rakitic y Mandzukic, dos de los pesos pesados, habían coincidido con él en la Sub-21 y dieron el visto bueno. “Espero que siga como líder de la selección durante muchos años, tiene algo especial”, dice Rakitic.