La actitud de los jugadores de la selección española en el hotel de Sevilla indigna a los aficionados

Uno de los grandes problemas que se está encontrando la selección española de fútbol es la profunda desafección que genera en el público. No es un equipo que ilusione, pese a que tiene futbolistas de mucho nivel. Falta un ídolo o al menos un jugador de clase ‘top’, como sí ocurrió en las competiciones anteriores.

A esta situación no ayuda la actitud de los propios futbolistas. Si frases como las de Álvaro Morata, que dijo que “opinar es fácil y gratis” cuestionando así los pitos que le dedican, ya dejan claro que no aceptan las críticas, no tener un simple gesto de cariño con los fans tampoco avanza hacia una mayor comunión.

El mejor ejemplo lo dejaron en la salida del hotel de Sevilla en dirección a la Cartuja. Decenas de fans (las medidas de seguridad antiCovid, para otro día) se agolparon para despedir a los jugadores y estos pasaron de ellos. Literalmente. Sólo un jugador saludó, con algo de desgana, mientras niños y adultos les gritaban con ánimo para que ganasen a Polonia. Algo que no hicieron.

En las redes sociales muchos han plasmado su descontento:

Ni siquiera los aficionados más acostumbrados a triunfar con la selección, como los capitanes Busquets o Alba, hicieron un amago de saludar.