La selección española femenina sub 17 no pudo lograr anoche su primer campeonato del mundo, al caer por 2-0 ante una gran Japón en la final del torneo que se ha estado disputando en Costa Rica. Las niponas, impecables, suceden en el palmarés de la competición a Francia.
El alto ritmo de juego que Japón impuso desde el pitido inicial pronto les dio sus frutos, para desgracia de las jóvenes jugadoras españolas. Con una presión asfixiante sobre la salida de balón de España, a los cinco minutos las japonesas abrieron el marcador. Un fortísimo disparo de Kobayashi fue desviado al travesaño por la portera española Elena de Toro, pero Nishida estuvo atenta al rechazo para mandar el balón al fondo de la red (1-0).
España, agobiada, despertó un poco en el cuarto de hora previo al descanso, llegando incluso a poner en peligro la meta de Matsumoto con algunas acciones por banda de Andrea Falcón y Laura Domínguez, y la lucha en la delantera de Nahikari García. Aunque fue Rocío Gálvez quien dispuso de la mejor ocasión, con un remate de cabeza tras un córner.
La segunda parte terminó de coronar a las japonesas, mucho más resistentes físicamente que las chicas de Jorge Vilda. Elena de Toro consiguió traer por la calle de la amargura a Kobayashi con paradas de todo tipo; pero la resistencia de España acabó a doce minutos del final con el 2-0 marcado por Kono, quien culminó con frialdad una excelente jugada del combinado asiático.
Al recoger la medalla de plata las nuestras lloraron, por no haber podido aprovechar la ocasión. Pero nada tienen que reprocharse: su trabajo durante todo el torneo ha sido de matrícula de honor, y nadie duda que, salvo desgracia, esta generación de jugadoras terminará dando al fútbol español alegrías incluso mucho mayores. Porque estamos convencidos de que este subcampeonato no ha sido sino el inicio.
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