Es tradición en cada gran campeonato que los internacionales, el cuerpo técnico y todo aquel que se preste participe en la porra sobre los resultados en los partidos. Hay grandes tahures en el equipo, con mucha experiencia a sus espaldas. Sergio Ramos es uno de ellos y el segundo de Del Bosque, Toni Grande, es otro de los que se mueve en los puestos altos de la clasificación.
Después del contundente triunfo de España ante Turquía y contabilizados los partidos que se habían jugado con anterioridad, el líder de la porra era… Bruno. Un recién llegado ha tomado la delantera a todos, lo que provocado entre la expedición más de una risa y comentario vinculado a la suerte del inexperto. El seleccionador, por su parte, bastante hizo con rellenar las casillas de los partidos porque concentra toda su energía en la preparación de la citas de la primera fase. El resultado, el esperado, en el vagón de cola y con escasas opciones de remontada. El porras, que se dice comúnmente entre los practicantes a este tipo de suertes.
Lo fundamental es el buen ambiente que se vive en la concentración. Están tan confiados que la apuesta la han elevado hasta los cuartos de final. Un síntoma de la confianza que ahora mismo reina entre todos los miembros de España a la espera de disputar este martes el partido ante Croacia que servirá para coronar al primero del grupo. Con un empate le sirve para acabar en lo más alto y si se da esta circunstancia es muy probable que el rival de octavos, que sería un tercero, salga del grupo que componen Inglaterra, Gales, Rusia y Eslovaquia.
De momento, Bruno se frota las manos porque la recompensa es suculenta si bien esto no ha hecho nada más que empezar.