Futbolista en tierra extraña

En 1961, Robert A. Heinlen incluía en su novela ?Forastero en tierra extraña? la siguiente frase: ?El hogar, la patria, es aquel lugar donde te quieren?. Me venía a la cabeza una y otra vez esa idea mientras reflexionaba sobre la naturaleza del trabajo de futbolista y cómo ha cambiado para los balompédicos españoles el trabajo y la forma de ganarse las habichuelas.

España se ha convertido en un vivero para la exportación de futbolistas a otras Ligas. En estos momentos juegan más allá de nuestras fronteras dos centenares de españoles, de los cuales el mayor número se lo reparten las ligas inglesa (33), griega (30), y, lo crean o no, chipriota (28). Este número progresivamente creciente de deportistas que emigran habla muy bien de la calidad de los mismos, y por desgracia mal de cómo ha ido evolucionando todo (el fútbol, la política, la vida) dentro de nuestras fronteras. No todos los deportistas que se marchan son Torres o Gasol. La gran mayoría de ellos son currantes del balón, gente que ganaba sueldos de mileurista en Segunda B o Tercera, y que ante el deterioro de las condiciones de trabajo, los impagos, los concursos de acreedores y la falta de espacio se han visto obligados a hacer las maletas y a largarse….

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