Antes de la celebración del Mundial de Sudáfrica, el cuerpo técnico liderado por Del Bosque preparó el campeonato desde distintas perspectivas. Desde la física a la mental porque entendían que el éxito tiene varias aristas. De este modo, Vicente y sus colaboradores apostaron por una especie de juego con vistas a la motivación de los internacionales.
En una de sus muchas reuniones de trabajo decidieron que cada uno definiría al jugador potencialmente seleccionable para la Copa del Mundo con un adjetivo o concepto. Una vez hecha la ronda, los resultados fueron enviados a un grupo especialista para que interpretase esa mezcla de palabras. Con una fórmula que sigue bajo llave en un cajón se diseñaron unos perfiles, una foto con la imagen del jugador y una palabra debajo o al lado.
Concentración, equilibrio, inteligencia, tesón… Estas imágenes sin vida ocuparon un lugar estratégico en cada rincón de la concentración de Potchefstroom para que los jugadores convivieran con el mensaje de manera permanente. Entonces dio buen resultado y el cuerpo técnico ha seguido la misma técnica en Brasil. La distribución en Curitiba no tiene nada ver con la de Suráfrica porque el escenario ambiental es distinto. En África todo tenía un tono humilde y angosto mientras que los espacios en Brasil son más amplios.
Los Casillas, Xavi, Xabi Alonso, Diego Costa, Iniesta tendrán que mirar a las paredes para encontrar la inspiración que les sirva para sacar adelante el encuentro decisivo ante Chile.
Foto © Carmelo Rubio
gracias: laenergiadelaroja