La salida de Xabi Alonso y de Xavi Hernández dejó un vacío en la Selección. Dos jugadores irrepetibles. Dos almas gemelas en el centro del campo a las que Del Bosque está obligado a buscar sustitutos. Aunque nada será igual, Koke se perfila como uno de ellos. Joven, con una extraordinaria proyección e instalado ya en la elite, que ha demostrado su compatibilidad con Busquets.
¿Y el otro? ¿Cesc? ¿Bruno? ¿Camacho? ¿Iniesta? ¿Thiago? ¿Javi Martinez? No. Isco Alarcón. El centrocampista esta sufriendo una transformación en el Real Madrid. Entre Carlo Ancelotti y Fernando Hierro le están cambiado la mentalidad en el terreno de juego. Son muchos los que pensaban que no estaba preparado para jugar al lado del pivote porque carecía del espíritu de sacrificio necesario para desenvolverse en esa posición.
Cada semana que pasa, Isco está sorprendiendo a todo el mundo. Independientemente del sistema táctico, se amolda a las circunstancias enterrando tópicos adosados a su perfil. Corre, pelea, recupera balones… Muchas facetas que parecían incompatibles con su forma de entender el fútbol. Del Bosque está de enhorabuena. Tiene a sus ordenes una mina de oro y está llamado a liderar la selección del presente.
El Isco, Isco, Isco, Isco que suena por buena parte de los campos de España, bien con la camiseta del Real Madrid o de la Selección es la muestra de que la afición le ha elegido para liderar el proyecto del cambio en la campeona de Europa.
Foto © Carmelo Rubio
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