La eliminación española en el Mundial de Brasil levantó un tsunami mediático con Vicente del Bosque en el epicentro. A la selección se le reprochó que hubiese llevado a algunos jugadores por los servicios prestados en campeonatos anteriores y que la única vía para reflotar a la selección pasaba por una regeneración y un hasta luego a piezas importantes.
El seleccionador aceptó los comentarios, a pesar de no compartir la totalidad de la crítica. En el fútbol sucede que lo que es un día negro, al siguiente es blanco o gris. Por entonces, se pidió una revolución en el equipo español y el adiós deportivo, por distintos motivos, de jugadores como Casillas, Piqué, Cesc, Diego Costa, Fernando Torres o Pedro.
El calendario se ha ido desprendiendo de varias hojas y la situación es la siguiente. Casillas es titular en el Real Madrid y ha sofocado el debate de su rendimiento. De hecho Iker tiene en esta liga los mejores números de su carrera. Piqué es indiscutible para Luis Enrique. Cesc lidera la organización del juego del Chelsea, líder en la Premier. Diego Costa se está hartando de meter goles con este mismo equipo inglés. Pedro sigue siendo el jugador numero 12 en el Barcelona compitiendo con cracks del tamaño de Messi, Neymar y Luis Suárez. Incluso Fernando Torres. Su aparición en la eliminatoria de la Copa del Rey frente al Real Madrid le ha devuelto al escenario de los debates.
Todo ello a pesar de los que vienen empujando con fuerza como De Gea, Denis Suárez, Alcácer, Isco, Bernat, Gayá… Gran noticia para Del Bosque, que ahora podrá mezclar veteranos y noveles para los próximos partidos de España. El siguiente, en Sevilla ante Ucrania.
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