Un triunfo y una liberación

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Un triunfo y una liberación. Así se puede resumir el triunfo de la selección española de fútbol ante Luxemburgo. Una victoria que sirve para aplacar la inquietud originada por la inesperada derrota ante Eslovaquia días atrás y un gol que pone punto y final a la sequía goleadora de Diego Costa con España. El delantero ha sufrido lo que no está en los escritos y pocos encontraban explicaciones a la cantidad de ocasiones vestido de rojo mientras se hinchaba a meterlos con el Chelsea en la Premier.

Por partes. España ganó con cierta comodidad a un equipo inferior pero tuvo que trabajar más de la cuenta porque tardó en llegar el primer tanto y porque Diego Costa convirtió su actuación en el partido en un suplicio a medida que la portería se le hacía más pequeña. Hacían falta los tres puntos para asomar la cabeza en el grupo de clasificación.

La primera parte fue muy completa. Con buen ritmo, con mucha movilidad y velocidad en el movimiento del balón. Pudo resolver el encuentro si el portero rival no hubiese estado tan acertado o si a Costa le funcionase la puntería. Arriba pecó del mismo problema de siempre pero en esta ocasión no tuvo problemas en defensa.

Lo mejor es el efecto balsámico del triunfo. Ante Eslovaquia España jugó mejor y perdió y ante Luxemburgo no estuvo tran brillante y goleó. Es la grandeza del fútbol a la que nadie puede ofrecer explicaciones. Otro detalle a valorar es que el equipo no ha perdido su identidad aunque el seleccionador haga varios cambios en la alineación. Es otra de las grandezas de este equipo porque el nivel de compromiso y de entrega de los jugadores no tiene parangón.

Por España jugaron

De Gea, Carvajal, Piqué, Bartra, Alba, Busquets, Koke, Iniesta (Pedro), Silva (Bernat), Alcácer y Diego Costa (Rodrigo).

Goles

0-1, m. 26: Silva.
0-2, m. 41: Alcácer.
0-3, m. 68: Diego Costa.
0-4, m. 86: Bernat.

Foto © Carmelo Rubio


gracias: laenergiadelaroja