Varane equilibra las fuerzas entre Madrid y Barça

Real Madrid y FC Barcelona empataron a unos en el partido de ida de semifinales de la Copa del Rey disputado hace unas horas en el Santiago Bernabéu. Un duelo repleto de intensidad —con tramos absolutamente frenéticos, especialmente en la primera parte— en el que el control del juego se alternó entre ambos equipos. Especialmente en el primer periodo, que arrancó y finalizó con dominio madridista, con un tramo intermedio en el que el Barça estuvo a punto de hacer mucho daño.

Ambos equipos con las ideas tan claras como diferenciadas entre sí. El Madrid sólo presionaba la salida de balón culé en su primera línea, intentando poner en aprietos a Pinto, Puyol y Alves especialmente. De esta forma provocaron multitud de robos que a punto estuvieron de costarle un disgusto al conjunto blaugrana. Pero una vez los de Tito Vilanova conseguían superar esa primera línea de presión, el Madrid retrasaba sus líneas, cerrando espacios por el centro y esperando lanzar la contra tras robo. Para ello, Callejón y Ronaldo a la carrera, y un Özil inconmensurable marcando los tiempos.

El Barça por su parte, no necesitaba esforzarse para recuperar el balón, ya que la propia zaga madridista se lo regalaba con balones largos. Fácil para Puyol y un espléndido Piqué, que tuvo la mala fortuna de que su único fallo en todo el encuentro sirviera al Real Madrid para anotar.

Pero antes de eso se había adelantado el Barça, ya en la segunda parte, cuando Cesc se aprovechó de la mala coordinación de la defensa blanca. El despeje de Callejón no es contundente, y los centrales blancos hacen mal en adelantar la línea con el canterano blanco rompiendo aún de forma clara el fuera de juego. Como consecuencia, mano a mano ante el que nada puede hace un Diego López con poco trabajo, pero protagonista de un par de intervenciones de gran mérito.

El gol dejó durante unos minutos al Madrid contra las cuerdas, apresurado y debilitado. Fue entonces cuando el Barça alcanzó su momento de mayor superioridad y pudo hacer sangre de su rival, pero ni lo buscaron con seguridad, ni tenían su mejor día de cara a puerta. Messi estuvo menos incisivo que de costumbre —muy perseguido por los jugadores del Madrid—, mientras que Pedro y Cesc erraron un par de ocasiones muy claras para sentenciar prácticamente la eliminatoria.

Y es que el Madrid estaba partido a la mitad, en busca de un gol necesario para no ver muy truncadas sus aspiraciones en la eliminatoria, echándole más coraje que fútbol. Benzema y Cristiano tuvieron ocasiones para empatar, pero el 1-1 definitivo lo puso el mejor jugador del partido: Raphael Varane. Este llegó en un centro desde la banda derecha de Özil que el central francés remata de forma inapelable a la red tras ganarle la posición a Cesc y Piqué. Un futbolista de tan sólo 19 años que todavía tiene mucho por mejorar, pero que ha demostrado el gran nivel que ya atesora rindiendo a la perfección en un escenario de máxima exigencia. No hablamos sólo del gol, sino de su excelente labor en tareas defensivas, salvando un gol bajo la línea y demostrando una velocidad endiablada ganándole una carrera a Messi, y apareciendo de la nada para desbaratar un mano a mano de Cesc.

El partido del Camp Nou dictará sentencia dentro de un mes. El Madrid ha salvado un partido complicado, no sólo por el 0-1 en contra durante gran parte del choque, sino por lo condicionado que estaba el once debido a las bajas. El Barça, por su parte, se va con un sabor de boca agridulce. Aunque un empate en el Bernabéu siempre es un gran logro, se vuelve a casa con la sensación de que podría haber conseguido mucho mejor botín.