España jugará sus cuartas semifinales de una Eurocopa (ganó las cuatro) después de superar un partido muy sufrido y que comenzó con algo de fortuna. Todo comenzó con un buen disparo de Jordi Alba y algo de fortuna.
La suerte que había sido esquiva a la Selección en los partidos previos apareció antes de los 10 minutos de los cuartos de final de esta Eurocopa. Jordi Alba probó desde lejos con un fuerte disparo, con tan buena fortuna para él que le dio en Zakaria. El rebote despistó a Sommer, que sólo pudo ver cómo la pelota se colaba a su lado de la portería.
En la segunda, Suiza sacó petróleo de una de sus contras. Un balón perdido de Sergio Busquets acabó entre los centrales españoles. Pau Torres y Aymeric Laporte no se entendieron bien, y el capitán helvético, Xherdan Shaqiri, lo aprovechó para ganarles el balón, plantarse ante Unai Simón y no errar.
Fue un gol de puro delantero centro, en el que demostró todas sus virtudes.
La tanda de penaltis retrató los fallos de varios jugadores, pero sobre todo los aciertos de los porteros. Sergio Busquets, que lo mandó al palo, y Rubén Vargas, que lo mandó a las nubes, fallaron, pero el héroe fue Unai Simón, que paró los disparos de Schar y a Akanji. Sommer se lo detuvo a Rodri.
Quienes no erraron fueron Gavranovic, Dani Olmo, Gerard Moreno y, el definitivo, Mikel Oyarzabal.