Al contrario de lo que había ocurrido en el Mundial de Alemania 2006 y la Eurocopa 2008, la derrota de España en el primer partido en Sudáfrica 2010 no permitió al seleccionador Vicente del Bosque rotar masivamente al equipo en la fase de grupos. En los dos anteriores torneos, Luis Aragonés alineó en el último partido de la primera fase, con la clasificación ya en el bolsillo, a todos los jugadores que no habían participado como titulares en los anteriores dos encuentros excepto al tercer portero. La idea de Del Bosque era seguir con esa práctica para que todos se sintieran partícipes en el torneo, pero el pinchazo en el primer encuentro obligó al técnico a salir con todo ante Honduras y Chile.
Sin embargo, a medida que España fue avanzando fases, Del Bosque fue encontrando minutos para casi todos. De hecho, los tres únicos jugadores que no disputaron un sólo segundo en todo el Mundial fueron Albiol, que estuvo lesionado todo el campeonato, y los porteros suplentes Valdés y Reina. Por contra, Casillas jugó todos los minutos posibles, algo que sólo hicieron otros dos jugadores de La Roja: Piqué y Capdevila.
Además de estos tres intocables, el equipo estaba bastante definido. Otros seis jugadores participaron como titulares en todos los partidos: Puyol, Ramos, Busquets, Alonso, Xavi y Villa. Iniesta, habitual en el once y protagonista absoluto del Mundial, se perdió el partido de Honduras por unas molestias.