Un extraño runrún envuelve a la Selección en la víspera del inicio de la fase de clasificación para la Eurocopa de 2016, que se disputará en Francia. Arranca contra Macedonia, un rival que ocupa el puesto 76 en el Ránking de la FIFA, y que podría intentar pescar en río revuelto. Para buena muestra la derrota de Portugal en casa ante Albania (70 en el Ránking).
Del Bosque está obligado a sacar el partido adelante con mucha energía y dejando una buena imagen. Precisa algo más que ganar, que suceda algo positivo para que los aficionados vuelvan a engancharse a la campeona de Europa después de un verano difícil. No ayudó el partido contra Francia para paliar ese desasosiego que se ha instalado en un sector de los aficionados, pero un buen resultado serviría para alejar fantasmas y, de paso, encarrilar la clasificación.
El seleccionador ha confirmado que Casillas será titular. El capitán sigue gozando de la confianza del cuerpo técnico, una prueba más de la lealtad y el compromiso que existe dentro de este proyecto. Habrá seis o siete cambios respecto al once que disputó el amistoso en Saint Denis y la mayoría del bloque lo formarán jugadores que ya estuvieron en el último Mundial.
Avisa Del Bosque. “Será un rival difícil”. Pero la dificultad radica en que España vaya aligerando la mochila de piedras que lleva sus espaldas propia de sus errores. Macedonia debe suponer el punto de inflexión para emprender el camino de la reconciliación que lleve al éxito.
Foto @ Carmelo Rubio