Nos vamos. La realidad es que, en una Eurocopa, ninguna selección se puede permitir un mal partido ante un rival tan exigente. Y así fue, al menos durante todo el primer tiempo.
España perdió la referencia de su juego en una primera mitad muy floja. Los internacionales fueron incapaces de interpretar la ecuación táctica que le planteó Conte. Buena prueba de ello es que los jugadores no paraban de corregirse en el campo y que Italia se aproximaba con mucha más solvencia a nuestra portería.
El tanto de Chiellini fue una muestra clara de que no era el día de España. Falta en la frontal, mal despeje (a pesar de lo fino que estuvo el portero durante todo el partido), defensa dormida… Y gol. En la segunda parte, España mejoró algo su imagen pero estuvo carente de ideas para romper el muro italiano. La entrada de Lucas Vázquez dio algo de vigor pero nunca hubo remates claros, salvo uno de Piqué con el equipo tirado arriba a la desesperada. La puntilla llegó en el último minuto con el gol de Pelle, merecido premio a su brega.
Pitido final y el partido nos deja dos fotografías fijas, dos protagonistas. Del Bosque dando la mano a sus jugadores y Casillas abrazando a Buffon, imagenes que desprenden cierto olor a despedida. España perdió ante Croacia y se metió por el camino más espinoso. Un cuadro complicado que nos ha sido esquivo a las primeras de cambio.
Por España jugaron
De Gea, Juanfran, Pique, Ramos, Alba, Busquets, Cesc, Iniesta, Nolito (Aduriz, Pedro), Morata (Lucas Vázquez) y Silva.
1-0, m. 34: Chiellini.
2-0, m. 90: Pelle.