No fue un espejismo el partido ante la República Checa. España ha puesto su candidatura encima de la mesa de la Eurocopa que organizan los franceses. El triunfo contundente frente a la Turquía de Arda hay que darle el valor que merece. Nadie hasta ahora ha logrado hacer tres goles en el torneo ni ha demostrado un dominio sobre el balón y sobre el contrario.
El doblete de Morata y el tanto de Nolito sirve para que el aficionado vuelva a enchufarse y a creer en este equipo. España volvió a dar otro recital de juego y de mando ante un contrario que no paró un segundo de correr a lo largo de los noventa minutos. Los turcos acabaron desesperados y eso que lo intentaron por todos los medios posibles. Su entrenador movió al equipo con los cambios y con la pizarra con nulo rendimiento.
Las señales que emite el equipo sobre el campo son sobradamente positivas. Se podrían enumerar detalles que corroborar la sinergia entre los jugadores y el cuerpo técnico que han terminado por calar en la afición. Contemplar a la grada del Allianz Riviera disfrutando con su equipo es la prueba irrefutable. Equipo y seguidores vuelven a caminar juntos de la mano mientras no se interponga un rival que mayor entidad.
España ya se encuentra en los octavos de final del campeonato y peleará con Croacia en el próximo partido para dirimir el primer puesto del grupo. Le sirve con un empate y luego a esperar rival.
De momento, a disfrutar de los dos buenos partidos que ha jugado España con nota de notable alto.
Por España jugaron
De Gea, Juanfran, Piqué, Ramos, Alba (Azpilicueta, 80), Busquets, Iniesta, Cesc (Koke, m. 71), Silva (Bruno, 60), Morata y Nolito.
Goles
1-0, m. 32: Morata.
2-0, m. 36: Nolito.
3-0, m. 47: Morata.