La Selección Española femenina puso punto y final a su andadura en el Mundial de Canadá con la cabeza alta y con la sensación de que esta experiencia debe servir para futuros campeonatos. Los números dicen que acabó última porque perdió dos partidos ante Brasil y Corea del Sur y empató uno ante Costa Rica.
Tan cierto como que España jugó bastante bien pero le faltó madurez para competir. Tuvo claras opciones en todos los encuentros para sumar el triunfo pero finalmente se fue de vacío en la mayoría de ellos. El último partido, a cara o cruz ante Corea del Sur, representó a la perfección lo que ha sido España en este Mundial. Tomó el mando en la primera parte, hizo un gol, desaprovechó las oportunidades para cerrar el partido y después fue cediendo hasta caer en las garras de su rival.
Fue cruel la eliminación porque en la última jugada Sonia Bermúdez estrelló el balón contra el larguero. Era la peor manera de acabar el Mundial. Las chicas cayeron de pie y merecen que la Federación apuesta por ellas en el futuro. Han hecho historia sacando un billete nada menos que para un Mundial.
La primera piedra ya está puesta y apunta a sólida. Cantera hay. España hizo dos goles en una Copa del Mundo, obra de Vicky Losada y de Vero Boquete. Dos hitos para seguir soñando.