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- El malagueño habla sobre las circunstancias que rodearon el Mundial de Rusia y cómo ha pasado estos meses.
- Él quedó señalado como uno de los culpables.
Una de las grandes imágenes que dejará el 2018 será la situación que atravesó la selección española de fútbol durante el Mundial de Rusia. La salida de Julen Lopetegui y su sustitución ‘in extremis’ por Fernando Hierro dejaron al malagueño con sólo tres días de margen para preparar la cita más importante para el fútbol nacional.
Lo ocurrido después fue un bochorno deportivo, y acabó con Hierro no sólo fuera del banquillo, sino de la propia RFEF. Meses después, el ex futbolista, ex seleccionador y ex director deportivo rememora lo ocurrido en una entrevista para AFE.
“Terminó de una manera difícil y compleja, pero entendí que por lealtad y compromiso con el fútbol español lo tenía que hacer. Lo volvería a repetir sin dudarlo“, recuerda sobre sus últimos días como trabajador de la Federación.
Han sido meses muy duros para él, confiesa. “En mi vida había visto algo parecido, vivir a tres días del inicio de un Mundial una situación así. Mi compromiso y honestidad me llevaron a aceptar el cargo de seleccionador. Entendía que tenía que hacerlo y tengo la conciencia tranquila. Sabía que la exigencia era máxima, pero en esa compleja situación tenía que dar ese paso sí o sí”, recuerda, sin centrarse en culpabilizar a nadie por el resultado final.
“Agradezco el comportamiento de los futbolistas y lo demás es fútbol, algo que no puedes controlar. Al tomar esa decisión, en lo que menos pensé fue en mi persona, si sale bien, si sale mal…”, asegura, antes de insistir en que “lo volvería a intentar”. “No tengo ningún reproche que hacer a nadie, menos a los futbolistas, pues lo intentamos con todas nuestras fuerzas. Hay que verse en esa situación, en ese escenario, para saber de la dificultad”, zanja al respecto.
Sobre su marcha de la RFEF, Hierro recuerda que tenía contrato hasta el Mundial de Qatar en 2022, pero prefirió dejarlo. “Creo que la mejor solución era salir, para mí y para todos. Decidí que debía dar paso a una nueva generación. Tenemos grandísimos futbolistas y grandes entrenadores, caso de Luis Enrique, que es un maravilloso seleccionador y lo sabe todo el mundo. Pero luego ganar o perder en grandes competiciones es otra historia; en siete partidos te lo juegas todo, te enfrentas a los mejores, influyen pequeños detalles…”, repasa el ex futbolista, que está ahora en el paro.