La resaca de la victoria ante Paraguay fue agradable. No hubo lugar a celebraciones y los internacionales se centraron de inmediato en la semifinal ante Alemania. En la prensa internacional, Alemania ganaba en portadas a España después de barrer del mapa a Argentina con ese 4-0 que le metió. Pero en las casas de apuestas la favorita era la Selección española.
Para los alemanes era una oportunidad de revancha por la derrota de la final de dos años antes en la Eurocopa de 2008. Según trascendía de la prensa alemana, no tenían mucho miedo a los españoles: “En vista de lo sorprendentemente inofensivos que se muestran los delanteros españoles, de los que sólo Villa cumple con lo que se espera, el equipo de Joachim Löw puede enfrentar con tranquilidad la semifinal”, dijo Der Tagesspiegel. “Estos españoles no nos causan ningún miedo”, tituló el dominical Bild am Sonntag. “Alemania no tiene que tener miedo”, aseguró el Frankfurter Allgemeine, aunque afirmó también que “España será un rival con un nivel técnico y táctico superior al de los rivales con los que se ha encontrado hasta ahora Alemania”. Por su parte, en Francia consideraban que La Roja “llegó por los pelos” a la semifinal. L’Equipe destacaba: “España entró por primera vez en una semifinal de un Mundial después de un partido que podría haber ganado perfectamente Paraguay. Estuvo en el aire durante cinco minutos de locura total”.
En España se desbordaba la ilusión de ver al equipo de todos en su primera final de un Mundial. Ese día, en la habitual rueda de prensa que daba después de los partidos en la sede de Potchefstroom, Del Bosque siguió mostrándose prudente, pero no impidió que los aficionados tuvieran licencia para soñar: “España sigue en competición. Hemos cubierto cinco etapas, pero aún nos quedan dos más para el objetivo. No es el momento de hacer balance, sino de seguir soñando”.
El triunfo ante Paraguay no cerró los debates sobre el nueve. Se le preguntó a Del Bosque si Torres iba a seguir siendo titular ante Alemania y el seleccionador no lo aseguró: “Torres seguirá siendo nuestro delantero y confiamos plenamente en él, aunque eso no quiere decir que tenga asegurada la titularidad ante Alemania el miércoles”. Todos los enviados especiales empezaron a investigar quién jugaría por El Niño si el seleccionador le dejaba fuera.
Otro debate se abrió en torno a David Silva. El canario no había jugado ni un minuto después de haber sido titular en el primer partido ante Suiza. Calentó contra Chile, pero al final no salió. Mientras, la presencia de Pedro, el otro canario de los 23, en el último tramo del partido de cuartos provocó que en las Islas se abriera el debate. Había división de opiniones en sus dos provincias por el rol que estaban jugando el grancanario Silva y el tinerfeño Pedro, ídolos indiscutibles en el archipiélago.