Los calendarios futbolísticos se han convertido en un dolor de cabeza tanto para la FIFA como para la UEFA durante los últimos años. A ello hay que añadir la disputa del Mundial de Qatar, el primero que se jugará en invierno, y que puede provocar un terremoto para los clubes y para los jugadores debido a la poca distancia que habrá entre el último partido de las ligas europeas y el comienzo del mayor torneo de selecciones del mundo.
Para poner en contexto, L’Équipe pone el ejemplo de la Ligue 1. El campeonato francés 2021/2022 tiene apuntado el 13 de noviembre como fecha oficial. El Mundial de Qatar comenzará el 21 de noviembre, es decir, prácticamente una semana después de que haya jornada en la totalidad de las ligas. Las selecciones no tendrían tiempo para preparar el Mundial y la exigencia del calendario sería demoledora para los jugadores.
La Ligue 1, por su parte, ya ha programado una videoconferencia el miércoles para intentar descongestionar el calendario y llegar a un acuerdo con los clubes franceses con el objetivo de no tener este inconveniente. El fútbol francés ha pensado en crear una especie de “boxing day” a la francesa en enero para compensar esa falta de partidos durante la disputa del Mundial de Qatar, lo que provocaría más agotamiento en la mayoría de los jugadores.