No es nada sencillo afrontar un partido cuando el equipo ya ha cumplido el objetivo. Mucho más cuando el seleccionador decide montar un once inicial totalmente renovado con varios jugadores que no habían coincidido jamás en un terreno de juego. Y más aún cuando se encuentra en frente un rival que se juega la vida para estar en la próxima Eurocopa.
Con este panorama se presentó España a medir sus fuerzas contra Ucrania. Con un campo lleno a reventar y con la incógnita de saber cómo respondería el once que montó Del Bosque. Si alguien esperaba una escabechina se encontró con todo lo contrario. El equipo demostró entereza, ambición, solidaridad y buen fútbol. El repaso fue importante. Y cerró el partido antes del receso porque el portero ucraniano le paró un penalti a Cesc cuando España ya iba por delante en el marcador.
El gol había llegado en una extraordinaria combinación por la banda izquierda que completó Mario Gaspar para llegar desde la segunda línea. Debut para el lateral del Villarreal y gol. Más no se puede pedir en estas situaciones. El medio del campo con San José, Thiago y Cesc, con la colaboración de Isco, fue todo un espectáculo, mientras que De Gea metió dos buenas manos en la oleadas de Ucrania al contragolpe.
En la segunda mitad, España salvó las acometidas del rival en las primeras llegadas y después se dedicó a controlar el encuentro sin llegar a hilvanar una buena jugada de contragolpe para cerrar el partido.
La realidad es que España ha cerrado una brillante clasificación para la defensa del título y solo ha dejado escapar tres de los treinta puntos en juego, una derrota inmerecida ante Eslovaquia.
Por España jugaron:
De Gea, Mario Gaspar, Etxeita, Nacho, Azpilicueta, San José, Thiago, Cesc, Isco, Alcácer (Busquets) y Nolito (Alba)
Gol
0-1, m. 20: Mario Gaspar.
Julian Avila