Resultó reconfortante comprobar cómo Sergio Ramos y Andrés Iniesta aparecían en el once mundial de la FIFA , correspondiente al año 2014. No fue precisamente un año fácil para los internacionales españoles, pero los aficionados no han olvidado el cabezazo del central del Real Madrid en el minuto 93 de la final de Lisboa ni el gol del centrocampista del Barcelona en la final del Mundial de 2010.
Mucho mérito tiene esto último. Iniesta no ha hecho un gran año, pero el fútbol tiene buena memoria para los grandes jugadores. Y Andrés lo es. Que forme parte de este once mundial es un reconocimiento más a todo lo que representa ese tanto en el minuto 116. Sin embargo, la alegría de ver a esos dos internacionales junto a otras estrellas también tiene su parte decepcionante. Jugadores como Koke y Diego Costa, ambos internacionales, merecían formar parte de esa foto porque el año que hicieron fue sencillamente impresionante. Ganaron la Liga y rozaron la Champions defendiendo la camiseta del Atlético de Madrid, circunstancia que aumenta el mérito.
Lo fundamental para la Selección española es que estos cuatro jugadores y otros tantos mantienen el nivel y están a las órdenes de Del Bosque, dispuestos a recobrar el crédito que se perdió por la prematura eliminación en el Mundial de Brasil. 2015 debe ser el año de la regeneración.