Gerard Piqué hizo este domingo el gol del triunfo del Barcelona frente al Sevilla y que sirve para allanar aún más el camino hacia una nueva Liga. Un tanto que no obedece a la casualidad y sirva como ejemplo el distinto viaje de sus compañeros. Mascherano, desde que viste la camiseta azulgrana, y ya son muchos años, aún no sabe lo que es marcar un gol con la camiseta que viene sudando hace tiempo. Una sequía que contrasta con la de Gerard.
Tomemos como referencia las dos últimas temporadas. En la actual, con el tanto conseguido ante el conjunto andaluz, ya suma cuatro goles esta temporada y ahora mismo Gerard se fija como objetivo mejorar los siete que marcó la campaña anterior. Siete goles para un defensa central son muchos, aunque llegue lejos en la mayoría de las competiciones con el Barcelona. Nunca alcanzará los 67 que marcó Ronald Koeman con el Barça en la Liga, pero Piqué tiene a su alcance a Migueli (20) o Alexanco (26) porque ya acumula un total de 18.
Además, en la Selección también sabe lo que es celebrarlos ya que ha levantado los brazos en cuatro ocasiones. Logró el primer gol, curiosamente el día de su debut en el Santiago Bernabéu en el año 2009 ante Turquía, tanto que sirvió de catapulta para acudir al Mundial de 2010, de feliz recuerdo con el gol de Iniesta a Holanda en la final.
Lo cierto es que Gerard Piqué no deja indiferente a nadie. Pero en el terreno de juego, además de ser un extraordinario central también marca goles. Ojalá mantenga ese olfato en la próxima Eurocopa de Francia, donde España defiende los dos títulos ganados de manera consecutiva.