Los amistosos sirven para muchas cosas. Para probar futbolistas, para ensayar sistemas de juego y para afrontar situaciones adversas o administrar las favorables. A España le salió un hueso duro de roer en Georgia, el rival más débil de los que se había enfrentado en los ensayos de preparación para la Eurocopa de Francia.
Del Bosque probó la versión de los extremos con Lucas Vázquez y Nolito con menos éxito del esperado. El equipo se encontró con un cerrojazo de los georgianos al que no supo poner remedio salvo en un par de ocasiones aisladas en la que Aduriz pudo hacer el primero con un cabezazo que se marchó fuera o con un disparo contra el palo de Thiago.
El resto del juego transcurrió bajo el patrón de lo previsible sin que los centrocampistas de España, Thiago y Cesc, enlazasen con los puntas para generar peligro. Nolito, uno de los jugadores más en forma de los ensayos, sufrió con un pegajoso lateral que le dio la noche.
En medio de tanto control llegó la jugada de la relajación. Alba entregó un balón demasiado largo a Ramos que provocó un contragolpe del rival. La jugada le salió redonda, con rebote incluido, para que Okriashvili marcase. Nadie esperaba este gol y España sintió el golpe hasta el descanso.
En el segundo tiempo, Del Bosque movió el banquillo para modificar el guión sin mucho éxito. Nunca se encontró cómoda ante un rival que no se sintió agobiado en el embotellamiento. Jordi Alba tuvo la mejor ocasión pero estuvo impreciso en el remate.
Ahora, España ya está avisada para el primer encuentro de la Eurocopa ante la República Checa.
Por España jugaron
De Gea, Juanfran (Bellerín, 46), Piqué, Ramos (San José, 46), Jordi Alba, Busquets (Pedro, 75), Cesc (Koke, 46), Thiago (Iniesta, 46), Lucas Vázquez (Silva, 60), Aduriz y Nolito.
Gol
0-1, m. 39: Okriashvili.