Durante el Mundial de Alemania, el mítico Luis Aragonés le preguntó a un jugador con peso de la selección en el partido de los cruces de octavos de final ante Francia cuánta ropa había puesto en la maleta personal. Sorprendido por la pregunta detalló pormenorizadamente hasta la última pieza de ropa interior que llevaba. El entrenador no abrió la boca. Asintió y se marchó dejando al jugador en cuestión con la boca abierta y dándole vueltas a la cabeza a qué venía esa pregunta tan absurda.
Con la selección ya eliminada, en una convocatoria posterior le explicó el misterio que encerraba la pregunta sobre la maleta. El Sabio le recriminó al jugador en cuestión que el hecho de llevar poca ropa era sinónimo de poca confianza y de un regreso prematuro a casa. Además, le pidió que extendiese la lección al resto de los compañeros del vestuario. El jugador siguió el consejo y charló con el resto de internacionales.
El hecho quedó como un dicho sempiterno y ahora los veteranos tienen por costumbre aconsejar a los más jóvenes sobre el misterio de la maleta. Ahora que España arranca la defensa de la Eurocopa repleta de ilusiones, los jugadores son conscientes de ese detalle, que casi es una obligación, y de lo que se juegan en el grupo complicado que deben lidiar con la República Checa, Turquía y Croacia.
España arranca en Toulouse su andadura este lunes y entonces se verá si el equipo llega en buenas condiciones. En la antesala, tanto los veteranos como los nuevos se han mostrado confiados en las posibilidades del equipo.