En las conversaciones de Vicente del Bosque con los internacionales ha recalcado una y mil veces que buena parte del peligro de Turquía, próximo rival de la selección española en el Europeo, radica en el patriotismo como motor turbo en los partidos complicados y ante contrincantes de mayor entidad. Los turcos cuentan con grandes peloteros en sus filas, liderados por Arda Turan, además de un potencial físico que pondrá a prueba el juego asociativo de España.
El seleccionador se apoya en en el mensaje emocional para prevenir a sus jugadores. Y vaya si ha calado porque los internacionales no paran de mencionar este concepto en cada comparecencia en público. No será un partido fácil pese a que cayesen derrotados en el estreno ante Croacia. El escudo acostumbra a pesar en la mayoría de las selecciones mientras que a otras le da alas.
El ambiente que rodea a la selección es bueno. Muy bueno. El triunfo ante la República Checa ha barnizado de vitalidad la convivencia de los jugadores y afrontan el siguiente reto pletóricos de confianza y convencidos de sacar adelante el partido que les llevará hasta los octavos de final a falta de una jornada.
Niza recibirá este jueves a España, donde velará armas antes del partido que puede suponer el primer punto de inflexión en su andadura en el Europeo. Ya se sabe que la fase de grupos está para no equivocarse o corregir algún pequeño error porque después cada choque será sin red.